Crece el nivel de
morosidad en el pago de expensas en la provincia
Tres de cada
diez viviendas no cumplen regularmente con los pagos y en
muchos casos se vuelven deudores crónicos.
Los pagos a proveedores regulares y extraordinarios, se ven
comprometidos.
José Gutiérrez / Los Andes
Por Sandra Conte -
sconte@losandes.com.ar

El nivel de morosidad en el pago de las expensas ronda
actualmente el 30% en Mendoza, cuando lo habitual es que se
ubique en el orden del 20%. Eso quiere decir que tres de
cada diez viviendas tienen dificultades para poder pagar las
cuotas establecidas por los consorcios.
Lo más preocupante es que no sólo se trata de personas que
no pagan uno o dos meses y luego se ponen al día, sino que
también hay muchos casos en los que se comienzan a acumular
varias cuotas impagas, hasta llegar a juicio. Esto complica
la administración de los consorcios, ya sea de edificios de
departamentos o de barrios cerrados, porque deben seguir
cumpliendo con el cronograma de pagos al personal, por
ejemplo, lo que ha generado que muchos estén al límite o
incluso en rojo.
Más que lo habitual
Alejandro Orlando, coordinador del interior de la Asociación
Inmobiliaria de Edificios de Renta y Horizontal, manifestó
que la morosidad promedio en Mendoza se ubica por encima del
30%, cuando lo esperable es que sea del 20%. Adjudicó esto a
que, con la situación económica actual, una de las primeras
cosas que deja de pagar el consorcista son las expensas.
La falta de pago, planteó, genera un problema bastante
serio, porque la administración tienen un esquema y un ritmo
de pago que le permite mantenerse al día con las
obligaciones, pero cuando los ingresos no se corresponden
con los cargos fijos, comienzan a entrar en una “espiral” de
deuda. Es que, por ejemplo, si no pagan un servicio, como es
la luz de los espacios comunes, les cobran intereses.
Orlando detalló que un relevamiento que realizaron en todo
el país, arrojó que las tarifas de servicios públicos
representaban, en febrero de 2016, un 4,22% del total de
gastos de un edificio, mientras en mayo de 2019 creció a
8,92%. En cuanto a la suba de las expensas, en el mismo
período subieron un 111,5%, cuando la inflación fue de
269,96%.
Jorge Hernández, presidente de la Fundación Reunión de
Administradores, coincidió en que, a fin de mes, alrededor
de 28 y 30% de las expensas queda impaga. También, que
apenas 40% de los consorcistas paga antes del día de
vencimiento -sea el 10 o el 15 de cada mes. Si bien el dato
surge de un relevamiento nacional, confirmó que Mendoza
sigue la misma tendencia.
Esto implica que, por un lado, hay quienes no cumplen con la
fecha estipulada y además, la morosidad va aumentando
periódicamente. “Eso provoca que en ocasiones se deban subir
las expensas a los que pagan, para cubrir a los que no lo
hacen”, reconoció.
Juicios y deudas graves
A este panorama se suma una situación que no era habitual
hasta ahora: las deudas crónicas. Es decir, personas que no
cancelan al mes siguiente, sino que van acumulando meses
impagos hasta que el consorcio le inicia un juicio; lo que
suele ocurrir luego de tres a seis meses de morosidad, ya
que a los dos años prescribe la deuda.
Esto, explicó Hernández, impacta en la administración y cada
vez se ven más consorcios con un nivel de caja cero o
incluso en rojo, ya que se les ha ido agotando el dinero que
tenían para afrontar los gastos -sueldos, cargas sociales,
seguros, honorarios del administrador, artículos de
limpieza, tarifas- antes de recaudar las expensas. Esto se
trata de erogaciones habituales; aún se complica más cuando
se trata de una extraordinaria, para lo que es necesario
tener un fondo de reserva.
Por otra parte, señaló que no hay una referencia de precios
para contratar servicios y que no se puede negociar un valor
con los proveedores. A modo de ejemplo, comentó que por
construir un tanque contra incendios de hormigón armado, de
40 mil litros, están pidiendo (en Ciudad de Buenos Aires) de
400 mil a 1,9 millones de pesos. Para reparar el techo de un
baño se cobra entre 1.500 y 4 mil pesos el jornal, de modo
que los administradores tienen dificultades para conseguir
tres presupuestos razonables.
Otro inconveniente que está generando este contexto, planteó
Hernández, es que los dueños de locales comerciales en los
edificios de departamentos -estas unidades suelen pagar un
valor mensual considerablemente más elevado que las de
vivienda- están reclamado que no se les cobren gastos como
el de mantenimiento del ascensor. Pero explicó que no es tan
sencillo dejar de hacerlo, ya que la medida debe contar con
el aval del 100% del consorcio.
Carlos Di Doménico, quien administra edificios y barrios
privados, comentó que afortunadamente no ha notado un
incremento marcado en la morosidad, pero que sí que las
personas, en lugar de pagar del 1 al 10 o al 15, lo hacen
más cerca de fin de mes. Por eso optó por fijar intereses
para quien no cancela hasta la fecha de vencimiento.
Fuente:
https://www.losandes.com.ar/article/view?slug=crece-el-nivel-de-morosidad-en-el-pago-de-expensas-en-la-provincia
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